jueves, 18 de noviembre de 2010

Hermann Hesse (Lobo Estepario)


La idea errónea y funesta de que el hombre sea una unidad permanente, le es a usted conocida. También está consciente de que el hombre consta de una multitud de almas, muchísimos ¨yos¨. Descomponer en estas numerosas figuras la aparente unidad de la persona se tiene por locura, la ciencia ha inventado para ello el nombre de esquizofrenia. La ciencia tiene razón en cuanto es natural que ninguna multiplicidad pueda dominarse sin dirección, sin un cierto orden y agrupamiento. En cambio, no tiene razón en creer que sólo es posible un orden único, férreo y para toda la vida, de los muchos ¨sub-yos¨. Este error de la ciencia trae muchas consecuencias desagradables; su valor está exclusivamente en que los maestros y educadores puestos por el Estado ven su trabajo simplificado y se evitan el pensar y la experimentación. 

Como consecuencia de aquel error pasan muchos hombres por ¨normales¨, y hasta por representar un gran valor social, que están irremisiblemente locos, que son genios. Nosotros completamos por eso la psicología llena de defectos de la ciencia con el concepto de lo que llamamos arte reconstructivo. Al que ha experimentado la descomposición de su ¨yo¨, le enseñamos que los trozos pueden acoplarse siempre en el orden que se quiera, y que con ellos se logra una ilimitada diversidad del juego de la vida. Lo mismo que los poetas pueden crear un drama con un puñado de figuras, así construimos nosotros con las figuras de nuestros ¨yos¨ separados constantemente, grupos nuevos, con distintos juegos y perspectivas, con situaciones eternamente renovadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario